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Channel: El Gallipato Alcublano
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ACABAMOS EL AÑO 2014 VISITANDO LOS ANFIBIOS DE LA PUEBLA DE VALLBONA.

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Tenemos la suerte de contar con amigos y colaboradores, que nos ayudan a llevar adelante nuestro lema, "sumar es lo importante", que han tenido a bien compartir con su última salida por el termino de la Pobla de Vallbona, muchas gracias.

Salida 21-12-14
Hora de salida 9:30

Zona “las ovejas”
Primer punto de agua visitado, “Balsa las ovejas”:
Cabe destacar la presencia de rana común Pelophylax perezi en la alberca, habiendo observado 2 ejemplares en ella así como un número reducido de sus renacuajos, que eran escasos en la balsa.
Observamos un erizo común europeo Erinaceus europaeus adulto y un jilguero Carduelis carduelis ahogados, es frecuento encontrarse, sobretodo, erizos ahogados en albercas, aljibes y balsas dado que caen accidentalmente a ellas y no son muy buenos nadadores, además, el efecto trampa de albercas y piscinas impide la salida de cualquier animal que caiga en ella lo que normalmente conlleva a la muerte del animal.
También es notable un descenso del nivel del agua, aún así, y a diferencia de otras tantas, el agua se presenta cristalina y aparentemente limpia pudiendo observar a su vez vegetación como la cola de zorro o el “pan de rana”.
Podemos avistar a su vez desechos humanos en el interior del agua, como bolsas y botellas.
Es posible detectar la presencia de notonectas, larvas de mosquito y pulga de agua o daphnia, siendo este uno de los puntos de agua donde parece prosperar bien esta última.


“Balsa del sapo / Charco del sapo”
La situación de estos dos puntos de agua era, en caso de la pequeña alberca, normal, aunque a diferencia de la última vez que lo visité esta vez no vi ni un solo renacuajo.
Por otra parte, la acumulación de agua presente en uno de los extremos de la acequia presentaba un aspecto sucio, ya que en él había una naranja en estado de descomposición y ramas de caña que daban ese aspecto “enfermizo”.
Casablanca
Seguimos nuestra ruta llegando a la urb. Casablanca, donde nos esperaba una ruta ajetreada dado el número de albercas y aljibes presentes en la zona.
Por desgracia, no todos los puntos visitados presentaban vida y, mucho menos, un aspecto saludable, ya que en muchos de los puntos el agua estaba turbia y apenas se lograba ver algo.
Tal vez, dicha turbidez se dé a causa de el vertido de sedimentos arrastrados por las pasadas lluvias a través de las acequias y canales que comunican con ellas.
En cualquier caso, algunos de los aljibes no presentaban vida alguna a pesar de ofrecer las condiciones adecuadas, lo que me lleva a pensar cuál será la causa de ello.
Aquí una fotografía de uno de los puntos de agua anteriormente detallados:



Balsa “la lombriz”:
Seguimos la ruta dejando atrás aquellos aljibes sin apenas vida para empezar a presenciar los primeros anfibios de la zona.
Se pueden observar dos ejemplares de rana común (Pelophylax perezi), lo cual me lleva a pensar sobre su presencia en dicho punto dado que llevaba muchotiempo seco, aunque la hipótesis mas razonable es pensar que se hayan “trasladado” desde otro punto cercano, lo cual es muy probable.



Cabe destacar la presencia de lombrices en la alberca, pero, no solo la cantidad, sino su tamaño, llegando a confundir a alguna de ellas con pequeñas culebras viperinas dado su grosor y forma.



El nivel de agua era bajo, y la presencia de larvas de mosquito era evidente.

Balsa “la Presa”:
Seguimos el camino y nos dirigimos dirección a la próxima balsa, la “balsa la presa”, llamada así por el borde que presenta por el cual desborda el agua de la misma.
El agua está muy turbia y no se alcanza a ver el fondo.
Pero, a pesar de la turbidez, pudimos observar dos pequeños renacuajos de sapo partero común (Alytes obstetricans) de aproximadamente unos 5-6 días de vida, lo cual nos hace llegar a la conclusión de que criaron hace poco, buena noticia.
Lo que no fue demasiado agradable fue presenciar la gran cantidad de desechos tóxicos que se amontonaban en el suelo.


Balsa “la Higuera”:
Después de visitar la “Balsa la presa” nos dirigimos a la “Balsa la higuera”, apenas a una parcela de distancia de la balsa “la Presa”.
Hace años esta balsa parecía albergar ejemplares aislados de gallipato (Pleuredeles waltl), habiendo sido citado hasta dos veces en dicho punto.
Lamentablemente, no se ha vuelto a citar su presencia y el último ejemplar avistado data de 2005 aproximadamente.
La balsa presentaba un aspecto preocupante, el agua estaba muy turbia cuando lo normal es que esta balsa albergue agua limpia y cristalina, además, en ella no hemos podido observar vida de ningún tipo de anfibio, lo que tampoco es normal, teniendo en cuenta que en ella residía una pequeña población de rana común (Pelophylax perezi).

 



Balsa “la Rana verde”:
Después de visitar la “Balsa la higuera”, nos dirigimos hacia el norte, al encuentro de mas anfibios, lo que nos lleva a visitar la “Balsa la Rana verde”, bautizada así por el enorme ejemplar de rana común (Pelophylax perezi) que allí se encontró, tampoco creo que haga falta decir que la rana, como era de esperar, era verde.
Hace años atrás, en ese mismo aljibe tuve la oportunidad de ver un sapo partero común (Alytes obstetricans) adulto en el agua, lo que me sorprendió teniendo en cuenta sus hábitos terrestres y nocturnos. Y hoy, como era de esperar había una gran cantidad de renacuajos, en su mayoría de sapo partero común.
El nivel del agua no era alto y la verdad es que era un poco más bajo de lo común.



Balsa Oculta 2:
Después de quedar impresionados por la abundancia de renacuajos de la “Balsa la Rana verde”
Xavi y yo nos dirigimos a la siguiente balsa, una balsa oculta como indica su nombre y además, tapiada.
En ella pude avistar renacuajos anteriormente, de rana común supongo y alguna escolopendra ahogada.
Aunque hoy, lo que hemos podido presenciar no nos ha gustado nada en absoluto, pues en su interior yacía el cuerpo sin vida de una culebra lisa meridional (Coronella girondica), una especie de hábitos terrestres principalmente que accidentalmente cayó al agua.
Era un ejemplar adulto, de unos dos palmos de largo y apagada coloración pese a que aún no había iniciado el proceso de descomposición.
En parte, el avistamiento de esta culebra es beneficioso, pues pese a que el animal no estaba vivo podemos decir que la culebra lisa meridional está presente en el término de la Pobla de Vallbona, junto a la culebra bastarda y la culebra viperina.
Nos vamos de esa balsa esperando no volver a ver nada parecido.




Balsa marrón:
Nos vamos de “Balsa oculta 2” algo desmoralizados y seguimos la ruta hacia el siguiente punto de agua, la “Balsa marrón”, llamada así por el color de sus aguas, que presenta, no se sabe porque, un tono amarronado.
No esperaba ver nada, pues en esa pequeña alberca el agua siempre había sido escasa y con un aspecto algo “ácido”.
Sin embargo, y a pesar de lo que esperaba, la balsa presentaba vida, pues pudimos observar un ejemplar de rana común (Pelophylax perezi) y lo que parecían renacuajos de Bufo, que resultarón ser de sapo partero común (Alytes obstetricans), como de costumbre.





Aunque, lo que hemos podido observar es que la coloración de los renacuajos de sapo partero común (Alytes obstetricans) es muy variada y que va, desde el marrón muy oscuro, casi negro hasta el marrón amarillento que los caracteriza.

  

Balsa del Gallipato:
Por fin llegamos a la Balsa del Gallipato, llamada así por el ejemplar que se capturó en ella años atrás.
Hace unos meses se introdujo gambusia, aunque por suerte parece no haber prosperado con éxito, con lo que ello conlleva, un enorme beneficio para las especies autóctonas que en la balsa habitan.
El agua tenía un tono verdoso y estaba turbia, y a pesar de lo que esperaba no conseguimos localizar vida en ella, si en su pozo (que parecía haberse llenado un poco durante las lluvias) habitado por una pequeña población de rana común (Pelophylax perezi).




También visitamos, a escasos metros, la balsa donde se dice que hace años se criaban gallipatos.

El agua parecía limpia y la piscina estaba llena, sin embargo, no pudimos presenciar nada en ella.



Balsa azul:

Dejamos la “Balsa del gallipato” y partimos hacia casa, pero no sin antes pasar por la carismática “Balsa azul”, llamada así por el color que cubre sus paredes.

A primera vista parecía desolada, parecía no haber nada, sin embargo, no es la primera vez que hurgando en un agujero que hay en ella sale una rana o culebra, así que decido probar suerte.
Y efectivamente, allí estaba, salen notonectas y acto seguido, una gran rana común (Pelophylax perezi), que a su vez embiste unas algas de la que salen disparados un par de renacuajos de sapo partero común (Alytes obstetricans). 



Observaciones:

Lo que Xavi y yo hemos podido observar es que los anfibios, pese a estar en Diciembre, no han empezado aún a hibernar, como es de costumbre. Hemos podido observar que las ranas presentaban un color oscuro a causa, seguramente, del frío, pero a pesar de ello seguían con cierta actividad.
Hemos podido observar también bastantes renacuajos de sapo partero común, y en su gran mayoría presentaban una coloración algo inusual, muy oscura, de hecho a simple vista se les podía confundir con pequeños renacuajos de Bufo, del que no tengo constancia en Casablanca.
Una turbidez gris oscura estaba presente en algunas de las balsas más grandes, lo que da que pensar.
También pudimos observar un claro aumento del nivel del agua a causa de las pasadas lluvias y que, en algunas balsas de determinada zona de Casablanca no había vida pese a mantener agua permanente durante todo el año y agua aparentemente limpia.
Después de esta salida podemos también añadir al catálogo de especies de la Pobla de Vallbona la culebra lisa meridional (Coronella girondica), una especie terrestre que, por lo que parece, habita en la zona del Tos pelat.
Hemos sido también, testigos de el efecto trampa que suponen albercas y balsas, como víctimas principales pequeños mamíferos y pequeños pájaros, aunque no podemos descartar reptiles, anfibios y como no, insectos.
En este caso hemos podido observar un erizo común europeo, un jilguero y una culebra lisa meridional.
Aunque tiempo atrás he podido ver pequeños conejos, libélulas, mirlos y ratones.
Podemos decir con orgullo y satisfacción que no hemos podido observar gambusia en la “Balsa gallipato”, donde hace casi un año se introdujeron ejemplares y por un tiempo perduraron.

David Candel Arbó

Maquetación: J. R. Casaña


Las Daphnias pese al hielo siguen en los navajos.

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Las Daphnias son unos pequeños crustáceos planctónicos del orden Cladocera, se denomina plancton (del griego πλαγκτός, planktós, "errantes") al conjunto de organismos, principalmente microscópicos, que flotan en aguas saladas o dulces.


Reciben también, vulgarmente, el nombre de Dafnias y se las conoce como Lías de agua o Pulgas de agua.

Hace tiempo que las descubrimos e invitamos a nuestros amigos José Luis Sanmiguel, Salvador Viadel y Manolo Ambou a conocerlas, con los que pasamos un día muy agradable fotografiándolas.


Su tamaño es muy pequeño entre 0.2 y 5 milímetros, lo cual hace muy difícil captar sus imágenes, debido a la rapidez con la que se desplazan.

Se alimenta de fitoplancton, microorganismos y materia orgánica, destacan sus antenas que me recuerdan la cornamenta de los ciervos.


La naturaleza es portentosa, estas criaturas estaban viviendo bajo el hielo de los navajos y charcas.

Las localizamos en varias balsas, pese a que su cubeta contenía muy poca agua.


La dificultad de fotografiarlas es muy grande como comentábamos anteriormente.

Son usadas para estudios de laboratorio, debido a que sus órganos internos son casi traslucidos.


Así como para detectar toxinas.
  
Son criadas en cautividad para ser posteriormente congeladas y alimentar a peces y anfibios.

El tiempo de vida varía según la temperatura ambiente, viviendo mas en clima frío


Muchas especies de Daphnias están amenazadas como Daphnia nivalis, Daphnia coronata, Daphnia occidentalis y Daphnia jollyi, situadas en las listas de la UICN.


Realmente es un placer observar sus vivaces movimientos.

J. R. Casaña.

Imágenes:  José Luis Sanmiguel, Manolo Ambou, Rafa Casaña y Salvador Viadel.

La chicharra alicorta (Ephippiger ephippiger)

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Ortóptero de largas antenas, que surgen de debajo de sus ojos. Parece ser que este año ha arraigado bastante en Alcublas.

He detectado individuos en los alrededores de la Balsa Pedrosa y del Navajo de la Caña de los Charcos.


Me comentan que por la partida de las Aligas Royas han atacado a jóvenes nogales, afectándolos mucho. Nuestro amigo Vicente Sancho nos ayudo a clasificarla. Gracias.


De cuerpo grande sobre los 3 cm, con un escudete sobre el tórax, abdomen grueso y a las alas que ya no cumplen su función.

Como otros ortópteros se mimetiza muy bien con el medio, su coloración varia del verde hasta casi el marrón negruzco.

Es herbívoro y como algunos insectos tiene la capacidad de producir sonidos llamado estridulación, que produce al frotar unas con otras, del cual le viene su nombre en castellano. Las alas son de color dorado.


Suelo vivir en zonas llanas no observándose en zonas montañosas. Se encuentra el sur y oeste de Europa.

Pueden alimentarse también de sus congéneres (canibalismo) de otros insectos e incluso de insectos muertos.



Esperamos que este simpático insecto no se convierta en plaga.

J. R. Casaña

Fuentes:
Vicente Sancho
http://ichn.iec.cat/bages/brolles/Imatges%20grans/cEphippiger%20ephippiger.htm
http://herramientas.educa.madrid.org/animalandia/ficha.php?id=2463

Imagenes:
J. R. Casaña

RESCATANDO GALLIPATOS

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5-09-2015

Después de un periodo de “inactividad bichera” por la zona decidimos reunirnos una vez mas para visitar algunos de los más carismáticos puntos de Alcublas.

La cosa prometía, íbamos con la intención de fotografiar al gallipato y nos reunimos temprano en la cooperativa para partir.

Como nos sobraba un poco de tiempo hasta la hora acordada decidimos visitar la Balsilla, que, pese a las lluvias y el “mal tiempo” no tenía agua y no era mas que barro.
En el abrevadero pudimos disfrutar de la presencia de renacuajos de sapo partero y de la chara, una especie de vegetación acuática que lucía verde en el agua.

Como curiosidad, pudimos presenciar a los renacuajos darse un festín con una almendra, demostrándonos una vez más, lo oportunistas que son.


Ahora sí, cogimos el material y nos dirigimos al punto de encuentro, donde Luís, Rafa y yo, esperábamos a Miguel Cervera, de la Pobleta de Andilla. Llevaba tiempo queriendo hacerme con él, y hoy, era el día.

Así que, una vez hechas las presentaciones, partimos hacía la balsa Silvestre.
La balsa tenía agua y mucha vegetación acuática, daba gusto verla, no estaba llena, pero si repleta de vida.


Para nuestra sorpresa, pudimos rescatar 3 gallipatos y hasta 12 ranas de un peligroso efecto trampa.

Nos sorprendió ver al único macho del trío con las callosidades nupciales, la primera vez que pude verlo en persona.

Observamos, fotografiamos y pusimos en libertad a los animales, hoy era su día de suerte. 


Nos dirigimos hacia la tejería, Rafa tenía un tema pendiente allí y estacionamos un rato en el lugar. Pudimos ver una puesta de sapo partero en el abrevadero y la fuente funcionaba a la perfección, el paisaje, precioso.


Nos despedimos de la tejería y subimos camino arriba, hacia la balsa Pedrosa.

De paso visitamos el aljibe del Codadillo, que esta al lado de la carretera, pudimos ver una buena población de ranas y dos culebras viperinas, al parecer, una de ellas cayó en el pozo y se encontraba atrapada, esperemos que pueda trepar por la cuerda que deposité.

Seguimos el trayecto hasta llegar a la balsa Pedrosa, tenía mucha agua, la enea no había crecido demasiado y parecía mantenerse controlada, parte de la orilla bastante verde, saltaban los metamórficos de rana común.


Pudimos disfrutar de la presencia de varias especies de libélulas, escorpiones acuáticos y un alevin de gallipato, que fue la estrella del lugar, con sus largas branquias y rápidos movimientos.


Se nos hace tarde, charlamos un rato, debatimos sobre temas diversos y nos despedimos con un buen sabor de boca y, cómo no, con ganas de repetir.


David Candel Arbó.
Imagenes:
David Candel Arbó
Rafa Casaña

UN DIA DE TREBALL A LA PEDROSA

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De vegades, d’una gran desgràcia es pot traure una alegria. Com aquest diumenge. És cert, els forts incendis de 2012 que van assolar Alcublas encara estan recents a la nostra memòria, i a la mateixa natura, que no s’ha pogut recuperar del tot. L’alegria? Que en moments així, la qualitat humana apareix, es junta i es fa forta.


El diumenge, persones d’Alcublas, però també vingudes d’arreu del País Valencià, vam unir els nostres esforços per treballar en la Balsa de la Pedrosa. 


Es tracta d’un indret que mereix ser conservat coste el que coste, donat que és únic. Les basses com aquesta, conegudes localment com a navajos, són el refugi d’un nombre immens d’espècies amenaçades, i el mateix hàbitat està catalogat com a Hàbitat d’Interés Prioritari per la Unió Europea.

Ja s’han realitzat ací alguns treballs, i la veritat és que els resultats es van notant a poc a poc. Tot i així, queda molt per fer.


La sèquia que discorre al voltant de la pista forestal, que recollia l’aigua d’escorrentia de la pluja i la feia arribar a la bassa, s’està omplint de residus: roques, branques, terra. Ja no pot captar tanta aigua com abans, i, és més, la poca que arreplega la perd pels nombrosos trencaments que s’han format en el seu recorregut.

Açò es deu a la forta deforestació de la muntanya, conseqüència directa de l’incendi. Sense arbres que retinguen el sòl, l’erosió és inevitable, i aquest material acaba cegant la sèquia. 

L’objectiu, doncs, sembla simple: reparar la desmillorada sèquia i facilitar que l’aigua hi torne a circular i regue de nou la bassa.

Simple en el sentit de comprendre, que no d’executar-lo. És una tasca dura, que requereix força i resistència, però també d’intel·ligència i habilitat. Eliminar terra, roques i troncs caiguts, canviar la terra de lloc, reconstruir els murs, crear fagines als punts més febles...



Per sort, sabem com organitzar-nos. Sempre hi ha algú que t’ajuda, que coordina la tasca, o, simplement, que et dóna unes paraules d’ànim.



Aquesta enorme rasa és un dels exemples més significatius de la força destructora que pot arribar a tenir l’aigua sense una coberta vegetal que protegisca el sòl com cal. L’aigua circula per ací amb una velocitat tan gran, que ha trencat completament el mur de la sèquia. Ací estem acabant de recuperar-lo.


Dalt hi ha fagines que es van construir en anys anteriors, i la idea és fer-ne més en pròxims voluntariats.





La Mare Natura sembla voler recompensar el nostre esforç. Un parell de voluntaris, amb l’equip adient, va aconseguir trobar un exemplar femella d’ofegabous, un dels habitants més il·lustres de la bassa de La Pedrosa.


Ací tenim una femella d'ofegabous que vam tenir el plaer de poder observar


També vam gaudir dels estats immadurs dels ofegabous, amb la seua “melena” ondejant a l’aigua:

Tornem a la feina. Ja es comencen a veure bons resultats, i les fagines es van fent visibles:



De segur que ara l’aigua ho té ben difícil per escapar!



Ara la sèquia ja està lliure de residus!



La jornada va finalitzar amb gran èxit i satisfacció, i regada per una abundant pluja. De segur que la Mare Natura no es va poder esperar ni un poquet, del neguit que tenia d’estrenar la sèquia acabada de reparar.

Esperem que haja funcionat com cal, i desitgem poder tornar ben prompte a treballar en aquest lloc tan meravellós, per una causa tan necessària i amb una gent tan implicada. Així dóna gust!

I mil gràcies, Rafa, per compartir tots els teus coneixements, el teu bon humor i les ganes de treballar. Realment, fas que ens posem les piles i ens entren ganes de seguir endavant!
Maria Ventura
Connecta Natura

Des del Gallipato Alcublano volem agrair la desinteressada col·laboració de les organitzacions Connecta Natura i Un Voluntari Un Arbol, així com dels voluntaris que van acudir a la nostra trucada.

També a l'alcaldessa de les Alcubles Blanca Pastor, a la regidora María Santolaria, per la seva implicació .Gallipato Alcublano.


Imatges:
David Candel, Xavi Puig y Rafa Casaña.

Chotacabras pardo o Cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis) AVES DE NUESTRO ENTORNO

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El chotacabras es uno de los muchos pájaros que con su aparición en nuestras tierras desde la lejana África nos anuncia la llegada del buen tiempo.


Es un ave de hábitos principalmente nocturnos.   Se le puede ver a últimas horas de la tarde acudir en grupos a las zonas de caza donde se alimenta  de insectos  que atrapa en vuelo con su gran boca abierta.


Durante el día son casi invisibles permaneciendo quietos en el suelo o posados a lo largo de las ramas de arbustos cercanas al mismo raramente de forma cruzada.  De esta forma a cierta distancia las marcas de sus plumas y colorido los asemejan a hojas secas haciendo muy difícil su localización.

A la hora de reproducirse no hace nido propiamente dicho sino que hace la puesta sobre el suelo en un pequeño hueco y siempre ( por lo menos en esta zona) debajo de los árboles ( naranjos, garroferas) relativamente cercanos al tronco y mimetizados con la hojarasca.


Esta ave confía tanto en su camuflaje que permite acercamientos inverosímiles hasta el punto que casi lo puedes tocar antes de salir volando.  Si se le molesta cuando esta incubando cuando regresa al nido después de un tiempo agarra el huevo con la boca y se lo lleva a otro lado dificultando enormemente el volver a localizarlo.


Su clasificación nos dice que es  de la familia Caprimulgidae, su longitud oscila entre los  24 a 28 cm, siendo su envergadura entre 52 a 59 cm.

Es el mayor representante del género Caprimulgus en Europa, su mimetización con su entorno es una de sus características. 


Un rasgo identificativo es la posesión de una banda de color herrumbre que, a modo de collar, se extiende por la garganta y el pecho.

Su sonido característico es un canto disilábico, muy sonoro, repetitivo y audible a gran distancia, semejante a un kiotoc-kiotoc-kiotoc aparentemente electrónico. La hembra realiza un ronco tsche-tsche-tsche.



Su presencia en España discurre entre los meses de Abril a Octubre.


Salvador Viadel
Fuentes: Toni Polo Aparisi.
http://www.seo.org/ave/chotacabras-cuellirrojo/
Maquetación:  Rafa Casaña

GALLIPATOS EN SINARCAS (VALENCIA)

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Salimos temprano de Valencia, dirección hacia Madrid.


Empezamos la mañana visitando Sinarcas, hacía frío y estaba algo nublado, al parecer llovió no hace mucho, aunque para nuestra sorpresa, el primer lavajo permanecía seco.


Poca cosa pudimos ver en él, aunque pudimos observar un joven gallipato en un estado deplorable.


Nos movimos hacia el segundo lavajo, el nivel del agua había descendido y era menor que la última vez que lo visité, en pleno Agosto.


Los gallipatos no se dejaron ver, únicamente notonectas y larvas de libélula pudimos sacar del agua.


No contentos con ello, decidimos buscar bajo rocas los aletargados anfibios, y, aunque no dimos con ellos, si que pudimos descubrir dos culebras viperinas que, a la espera del invierno, permanecían inmóviles refugiadas en sus escondites a la orilla del agua.

Al no tener muchas más esperanzas en Sinarcas y para aprovechar al máximo la mañana partimos hacía la laguna de Talayuelas, en Cuenca.


Paramos un momento en un abrevadero cercano, las ranas rápidamente delataron su presencia y pero fue un sapo común, la verdadera estrella del lugar, al parecer, durante la noche quedo atrapado en la arqueta del mismo y no encontraba la salida, la cuál era de fácil acceso.

Lo sacamos de la arqueta y lo fotografiamos, acto seguido, siguió nadando plácidamente ya fuera del arqueta, confundiéndose con el rocoso fondo del abrevadero. Nos sorprendimos gratamente al ver que en dicho abrevadero, habían colocado un enorme piedra y una pasarela, que descendía hasta el suelo, para así poder salir los anfibios.


Bajamos hasta la laguna y nos introducimos en ella, nos entristeció el hecho de ver que la gambusia proliferaba y albergaba una buena población en la laguna. Es muy lamentable la inconsciencia de algunas personas al poner en hábitats muy vulnerables especies invasoras, que tanto daño hacen.  


Llegamos hasta un pozo y probando el nuevo salabre logramos sacar dos gallipatos, un juvenil y una hembra adulta, no demasiado grande.
Los depositamos en el pozo de nuevo y seguimos hasta la charca más cercana


En ella pudimos ver renacuajos de sapo de espuelas y unos disticus de gran tamaño.


Paramos a almorzar y bajamos al río que hay bajo el mirador, sin demasiado éxito.



No nos demoramos mucho mas y retomamos el rumbo hacía Valencia, destino, Camporrobles.


Ahí tampoco logramos ver gran cosa, el talud no tenía ni gota de agua y el lavajo no mostraba actividad alguna. Aun así, pudimos presenciar una gran escolopendra y sacamos un renacuajo de sapillo moteado, lo que indica que se reproducen en el medio, y aunque ya tenía constancia de ello, me alegro el ver un renacuajo de los mismos.


Esta salida la disfrutamos todos y aunque precipitada, no fue menos que las demás.


David Candel.
Imagenes:
David Candel
Luis Albero
Rafa Casaña

RESCATAMOS GALLIPATOS

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Debíamos de revisar el buen funcionamiento, de las mejoras que UVUA y CONNECTA NATURA habían realizado en la reserva de fauna de la Balsa de la Pedrosa, las lluvias fueron abundantes y esperábamos encontrarla con abundante agua.
 
Javier Puig, David Candel y yo emprendimos el camino hacia ella.

Desde la lejanía se observa la abundancia de agua en su cubeta, buenas noticias.


Las fajinas y los desvíos que se realizaron funcionaron, pero estaban muy deteriorados, en la falda del Cerro Pedroso, debido a su inclinación, las aguas de lluvias alcanzan fuertes velocidades, lo que facilita en demasía su erosión.

Creemos que las próximas actuaciones, para frenar la erosión, tendremos que tener apoyo institucional, pensamos que hay que hacer una actuación más fuerte, lo que se escapa de voluntarismo. 


Pero la cubeta estaba bastante llena y limpia de enea gracias a las Brigadas Medioambientales, que habían hecho bien su trabajo, muestra evidente era el montón de enea arranca de raíz.

Viene efectuando ese trabajo ya hace algún, lo cual les agradecemos mucho, pues sin su ayuda la enea hubiese llegado a secar esta Reserva de Fauna.


En los muestreos realizados observamos un buen numero de crías de gallipatos que habían en la balsa.


También vimos una Pelophylax perezi (López Seoane, 1885) o sea una rana común de un buen tamaño.

Una vez observado su buen estado los volvimos a introducir en su liquido elemento, para que siguiesen el ciclo de la vida.

Seguimos nuestro recorrido, hacia la Reserva de Fauna de la Balsa Silvestre, al pasar por otra reserva La Balsilla, la vimos sin casi agua, seguimos esperando se adopten medidas para resolver los problemas de aporte de agua.


La Reserva de Fauna de la Balsa Silvestre también tenía abundante agua, aunque no la de otros años.


Rescatamos de un efecto trampa seis gallipatos, los cuales volvimos a introducir en su hábitat.



Agradecer la colaboración a las Brigadas Medioambientales su inestimable colaboración en el control de las Reservas de Fauna, así como a UVUA y CONNECTA NATURA, Javier Puig y David Candel. Muchas gracias.


Rafa Casaña. 

Las Currucas AVES DE NUESTRO ENTORNO (XII)

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Las currucas. Pajarillos simpáticos, vivaces de movimiento. Muy difíciles de ver, pero cuando se adquiere práctica sobre cuáles son los lugares donde habitan y por los que se mueven, no resultan tan difíciles de localizar.


Se hacen notar por sus reclamos en cuanto se les invade su territorio.

Protestan con diferentes sonidos que aumentan o disminuyen en intensidad según consideran que peligra su seguridad o su lugar de habitabilidad.


Este suele ser  como un “tic, tic” repetido, acompañado de más sonidos parecidos. Su canto con sonidos variados, dulces, y discretos, estos son agradables a la vez al oído.


Hay bastantes especies de currucas. Describirlas a todas en sus costumbres creo que corresponde a los expertos ornitólogos, o consultando libros destinados a dar a conocer a estos alegres pajarillos y a otros muchos más.


Pero voy a nombrar las que podemos encontrar en la Península Ibérica, las cuales he consultado en una enciclopedia: curruca cabecinegra, rabilarga, carrasqueña, mirlona, capirotada, mosquitera y zarcera.


Por sus rápidos movimientos, resulta complicado hacerles fotos, pues están poco tiempo posadas en el mismo sitio.

Resulta más fácil si se habilitan lugares para fotografiarlas, poniendo comida y agua. Les encanta retozar y bañarse en pequeñas charcas de poca profundidad, y cuando lo han hecho, se acicalan eliminando el agua y suciedad de su plumaje con mucha delicadeza.


Son pajarillos que merecen mucho respeto y tienen una gran importancia en el ecosistema. Su alimentación, muchas veces a base de insectos, nos libra de muchos problemas que nos ocasionarían en caso de no existir estos maravillosos pájaros.

                                                                      José L. Sanmiguel.

Colaboradores
Toni Polo
J. R. Casaña

EL ACENTOR COMUN AVES DE NUESTRO ENTORNO (XIII)

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El acentor común (Prunella modularis) es un ave que no se reproduce en nuestro entorno. Sin embargo, en invierno llega un importante contingente de aves procedentes de Centroeuropa a pasar el invierno a nuestra región.


Por lo tanto, el acentor común es muy frecuente durante el invierno en nuestras montañas, principalmente en zonas de matorral y bosque, donde se alimenta de los frutos y bayas de distintas especies de arbustos mediterráneos.


Su plumaje no es nada destacado, de un color pardo acastañado con la garganta color pizarra y el pico fino. Su aspecto es apagado y poco llamativo pudiendo fácilmente confundirse con el gorrión común.

El canto es un gorjeo rápido, agudo, plano y monocorde.


Se alimenta en torno a arbustos entre la maleza picoteando pequeños insectos y semillas aunque también acude a zonas menos naturalizadas como parques a comer migas de pan y restos de comida.


Vive sobre todo en tierra, deslizándose entre la densa vegetación de los matorrales, matas de aulaga y claros de maleza.


Se pone al descubierto principalmente para alimentarse o beber.

Como curiosidad, este pájaro es una de las victimas favoritas del cuco, que lo parasita con frecuencia.


Salvador Viadel

Colaboradores: Toni Polo y J. R. Casaña

LLEGAMOS AL NAVAJO ROYO

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Debido a los daños colaterales del incendio forestal en Alcublas, nos había impedido llegar a él, durante bastante tiempo.


Los árboles caídos nos impedían acercarnos, pero la visita de Xavi Puig y David Candel que no lo conocían, me hicieron ir a verlo o al menos intentarlo.

Antes habíamos visitado la Balsa de la Mina, en la que pese a la poca agua seguían viviendo, nuestro queridos amigos los Gallipatos. Su resistencia es épica.


Continuamos por la Balsa Silvestre que estaba muy menguada para la fecha en la que nos encontramos, muy lamentable, la sequia es muy grande.


Prueba de ello es la Balsilla que visitamos posteriormente y que estaba dolorosamente seca. Veremos se sale adelante el proyecto de recuperación de la misma.



Queríamos comprobar cómo seguían las mejoras en los aportes de agua a la Balsa de la Pedrosa, aunque no había llovido, si que había hecho mucho viento.


Pero estaba aceptablemente llena y para nuestra sorpresa tenía varias de Bufo spinosus, extrañas en esta época del año, pero el tiempo ha enloquecido.

Algunas puestas estaban empezando a secarse pues el agua había descendido y tuvimos que acercarlas al liquido elemento. Ojala no se pierdan.


Nos dirigimos hacia el Navajo Royo, su nombre se debe a la tierra que lo rodea de color rojo intenso.


Tenía agua, lo cual nos alegro, en el muestreo que realizamos encontramos un habitante que muerde con fuerza el Dytiscus marginalis conocido popularmente con el nombre de escarabajo buceador. No acercaros a sus mandíbulas.


El día era esplendido, empezaba la calor, decidimos acercarnos al Navajo del Collao Gabarda que también tenía agua y un monto de renacuajos sobrevivían en él. Una pena pues la cantidad de agua que quedaba no les auguraba mucha vida.

Rafa Casaña

Imagenes:
David Candel
Rafa Casaña.

Visitamos el Centro de Recuperación de Especies del Saler

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Hace tiempo que deseaba visitar el centro de recuperación de especies del Saler y, más concretamente, la piscifactoría dada mi devoción hacia el gallipato.

Nos reunimos Ángel, Rafa, Luis y dos chicos que conocimos por primera vez, Antonio y Rubén, de Bétera, ambos amantes de la herpetología como todos nosotros.


Fuimos temprano a visitarla, quedamos en el mirador y de allí nos dirigimos hacia el lugar indicado.


Nos atendieron muy amablemente y por fin entramos, quedamos fascinados en aquella especie de laboratorio botánico en el que podíamos observar plantas semiacuáticas cuidadosamente cultivadas.

Pero no estamos aquí para ver plantas, sino gallipatos, así que nos metemos en otra sala, ya con grandes contenedores con agua filtrada donde albergaban y, mejor dicho, clasificaban a los samaruc, muy interesante.


En la tercera sala vemos varias urnas, por una parte pequeños galápagos autóctonos y por otra, tres ejemplares de gallipato, al parecer, dos de ellos, hembras, incautados de tiendas y un macho adulto de la población de Villena al que extrañamente le faltaba un ojo.

Nos comentan que los tienen de exposición, y el ejemplar más veterano, Angelina, una hembra adulta que llevaba la friolera de 6 años en el centro, es un gallipato de gran tamaño, cerca de 25 cm's y muy robusto, observo que esta extrañamente inflamado y llego a la conclusión de que se trata de una hidropesía, una acumulación de liquido severa, además, sus ojos se presentaban nublados, algo no iba demasiado bien...


Pasamos a las instalaciones exteriores, piscinas en desuso, menos una, en la que reproducen los gallipatos, algas, nenúfares y planorbius (caracoles invasores no dañinos para ellos), no pudimos verlos, son demasiado esquivos.

También pudimos ver el lugar donde reproducen los galápagos, realmente interesante.

Salimos de allí con buen sabor de boca y conocemos a varios miembros del centro, le comento al veterinario el tema de Angelina y dice que más tarde lo miraremos.


Seguimos, almorzamos y llegamos al centro de recuperación de especies, allí nos dieron una breve charla general, vimos principalmente aves y otra especie que, como amante de la herpetología, tenía ganas de ver, la tortuga mediterránea, al parecer allí las crían, tuvimos la oportunidad de verlas de cerca y visitar desde dentro su instalación, una maravilla.


Nos mostraron también la fatal situación de las tortugas acuáticas exóticas, que la gente compra pequeñas y crecen hasta hacerse verdaderos monstruos, el caso es grave, y desde aquí, informamos de que su repercusión en el medio natural es real, pues depredan sobre la fauna autóctona y compiten con los galápagos autóctonos, llegando a desplazar sus poblaciones hasta prácticamente diezmarlas.


Nos traen a Angelina para verla, el veterinario el realiza una radiografía y confirmamos que, evidentemente, se trata de un severo caso de hidropesía.


Su enfermedad se diagnóstico tarde y la patología ya está bastante avanzada, no obstante, el animal come y se muestra activo, confiamos en esa resistencia nata que poseen los gallipatos.

Mucha suerte Angelina, fue un placer ayudarte.

David Candel

Imagenes:
David Candel
Rafa Casaña.

LAS BRIGADAS MEDIO AMBIENTALES SEÑALIZAN LA RESERVA DE FAUNA DEL PRAO.

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Me llamo nuestro amigo Miguel Ángel Monsalve, para informarnos que subían las Brigadas Medio Ambientales a señalizar la nueva reserva de fauna de Alcublas el Prao.


Lógicamente no perdimos la ocasión de charlar con Miguel Ángel e informarle sobre asuntos medioambientales que nos tenían preocupados.


Desde el Gallipato Alcublano no estábamos excesivamente de acuerdo en la declaración de Reserva de Fauna, nuestro deseo hubiese sido que se declarara Humedal de Interior, pero no siempre salen las cosas al gusto de todos.

El objetivo era señalizar convenientemente el espacio que corresponde a la Reserva, para evitar que vehículos transiten por el y dejar tranquilos a sus habitantes.

El personal muy diligentemente fue poniendo las señales indicativas, mientras Miguel y yo maestreábamos el entorno para tener un mejor conocimiento de él.


Lamentablemente la escasez de lluvia hacía la nula presencia de anfibios y otros habitantes de la Reserva.

Visitamos antiguas ubicaciones de colonias de murciélagos, que después del incendio forestal habían desaparecido.

Una vez constatamos que todas  las señalizaciones eran perfectamente visibles, dimos por concluida la jornada.


Agradecer la buena colaboración que existe entre las Brigadas Medioambientales, Ayuntamiento de Alcublas y Gallipato Alcublano.

Rafa Casaña.

ALEVINES DE GALLIPATO (Pleurodeles waltl)

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Es muy gratificante verlos por nuestras balsas y navajos, su apariencia nos subyuga y nos hace su contemplación muy agradable.


La sequía que nos acompaña durante años, nos ha obligado a tirar mano de nuestros archivos.






















Este año, como los anteriores, no ha llovido, lo cual ha provocado poca actividad para los anfibios.

Los anfibios andaban desorientados en su ciclo habitual, poniendo puestas en charcos efímeros, condenadas un total fracaso.


No hay que desesperar, la vida sigue y la naturaleza es imparable.

Hemos preferido traer imágenes de estos maravillosos anfibios, con sus melenas al viento, que nos haga mas agradable, la espera de las lluvias.


Seguiremos con esperanza las nubes que pasan de largo, desean que alguna nos favorezca con su agua.


Rafa Casaña.

RESCATADA UNA CULEBRA LISA MERIDIONAL

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La culebra lisa meridional es un ofidio de reducido tamaño y amplia a la vez que segregada
distribución.

Es una especie catalogada como de preocupación menor aunque ya se ha propuesto elevar su
categoría de protección a “Vulnerable”.

Es una especie terrestre y de hábitos nocturnos y crepusculares.

Su alimentación se basa en pequeños saurios, lagartijas, aunque también puede depredar sobre
artrópodos, micromamíferos e incluso pequeños polluelos.

Les gusta las zonas de matorral con muros de piedra y no es común verlas en huertas ni cerca de
ellas.


Su reproducción se sitúa entre abril y mayo, es una especie ovípara y las hembras depositan de 2 a
10 huevos dependiendo del tamaño de la misma, las puestas suelen ponerse en julio y eclosionan en
Septiembre.

Entre sus predadores se encuentran rapaces, jabalíes, gatos monteses y otras culebras de mayor
tamaño, como la bastarda.

En la Pobla de Vallbona es una especie poco frecuente dado a la rápida evolución de la urbanización
y destrucción/ausencia de hábitats propicios.

Tuve constancia de su presencia en el término al encontrar un ejemplar adulto de gran tamaño
ahogado en una balsa tapiada con una entrada tapada por una pesada baldosa.
En dicha balsa parecen criar el sapo partero común y hay total ausencia de rana común.


Hoy he sacado la segunda aunque, por suerte, esta vez con vida.

Parecía debilitada y fría y apenas opuso resistencia, decidimos fotografiarla y la liberamos a escasos
metros en un muro de piedra caliente eso si, tomando las debidas precauciones, tapando el hueco de
forma rudimentaria aunque eficaz, al menos, por un tiempo...

Debemos estudiar la situación y actuar de forma activa para evitar mas caídas accidentales, no
podemos permitirnos perder mas ejemplares de esta joya, ni una mas.

Así que mientras dura el estudio y se lleva a cabo el procedimiento procederemos a introducir un
tablón que servirá de “salvavidas” temporal tanto a culebras como a metamórficos de partero.


Les ayudaremos y haremos todo lo posible por evitar mas bajas, esperemos que funcione bien y esto
no vuelva a repetirse.

Saludos.

David Candel Arbó.

Los Escribanos

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Existe una gran variedad de escribanos (género Emberiza), todos ellos repartidos por Europa. Son pajarillos muy diversos, aunque la mayoría de ellos (especialmente las hembras y juveniles), parecidos en su plumaje, pero con detalles muy diferentes cuando nos fijamos con atención. 



Son tantas especies las que existen de escribanos que enumerarlas todas no es objeto de esta pequeña reseña. No obstante, citaremos al menos los que pueden encontrarse en la Comunidad Valenciana, que son 4 especies: soteño (Emberiza cirlus), montesino (Emberiza cia), hortelano (Emberiza hortulana) y triguero (Emberiza calandra). En invierno puede encontrarse también, aunque de forma muy escasa, al escribano cerillo (Emberiza citrinella).


Me parecen pájaros confiados, a pesar de que no se ven con facilidad, de no preparar aguardos donde ponerles comida y agua. Se alimentan de insectos y semillas. Les gusta mucho bañarse como a la mayoría de avecillas, no importado lo fría que esté el agua, y emplean un buen rato en acicalarse, seguramente para eliminar parásitos y suciedad.


En Valencia se instalan principalmente en las comarcas de interior con presencia de bosques, cultivos de secano, y donde la temperatura es mas fría. 
En cotas bajas no los he visto, aunque al menos el soteño es un habitante escaso de los naranjales costeros y prelitorales.
Los escribanos soteño, montesino y triguero son residentes, aunque una parte de la población puede realizar pequeños movimientos transhumantes en invierno que los llevan a zonas forestales y de cultivo algo más próximas a la costa. 


Por su parte, el escribano hortelano es estival y en otoño emprende una auténtica migración hasta alcanzar el centro de África, donde pasa el invierno. Su canto es reducido y particular, con variaciones dependiendo de cada especie.
Como todas las avecillas, los escribanos desempeñan un papel importante en la Naturaleza, consumiendo insectos que podrían convertirse en plagas. Por lo tanto, es necesario concienciarse y darles el respeto que se merecen para favorecer su conservación. 
                                                                                               
                                                        José L. Sanmiguel.


Fuentes: Toni Polo
Maquetacaión: J. R. Casaña


Los efectos trampa para anfibios y reptiles

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Nuestra fauna lleva ya décadas experimentando un declive global generalizado a causa, en gran parte, de factores humanos como son la contaminación y degradación del medio ambiente.

Pero por desgracia, son muchos los factores que influyen y son muchas las causas del problema, y entre ellas nos encontramos con los efectos trampa.

Los efectos trampa son, a menudo, fruto de la desaparición de la agricultura tradicional, el abandono de infraestructuras hídricas o su mala gestión.



Durante muchos años la agricultura, junto con la caza, han favorecido la presencia de anfibios al crear múltiples puntos de agua que tan necesaria es para completar su ciclo de vida, en las dos o tres últimas décadas los métodos de realización y la evolución constante en busca del máximo beneficio han supuesto que muchos de estos puntos de agua se abandonasen, quedando totalmente inutilizados.
Albercas, pozos, balsas de riego, aljibes y de mas puntos que antes fueron vida ahora se resumen en una trampa mortal.


Durante la primavera y otoño, e incluso durante las ocasionales lluvias estivales, estos puntos albergan agua y se convierten en perfectos puntos de cría para anfibios, que acuden a ellas en busca del líquido elemento.

El problema viene cuando estos puntos se desecan, grandes paredes lisas completamente verticales a pleno sol, los animales que caigan o no hayan podido escapar a tiempo sobrevivirán con la escasa humedad que puedan encontrar, con suerte, bajo el sustrato o entre los escombros, alimentándose de los pocos insectos que puedan caer, roedores en caso de ofidios.




Las principales causas de muerte son la desecación, la inanición y la hipertermia
Los herpetos (reptiles y anfibios) son animales que pueden permanecer largos periodos de tiempo sin la necesidad de alimentarse, lo que se traduce en una muerte lenta y angustiosa.

Pero, ¿Cómo combatir esta tragedia? Bien, no es tarea fácil y la única de manera de solucionar el problema es instalar rudimentarias rampas que faciliten su salida, tan simple como eso.


Serpientes y lagartos pueden trepar por un palo, tal vez los anfibios lo tengan más difícil, aunque añadiendo múltiples refugios en la zona más húmeda del efecto el problema se amortigua, pues lo más probable que logren escapar con las próximas lluvias.

Esto es un problema actual y debemos solucionarlo a toda costa, a veces no llegamos a tiempo y nos encontramos con animales en condiciones nefastas o, simplemente, hallados sin vida, pero el mero hecho de salvar una vida reconforta y motiva, a seguir adelante con esta labor.

Yo, personalmente os animo a ello, salir al campo, disfrutad de ello, satisfacción asegurada.

David Candel Arbó

Maquetación Rafa Casaña

"Memorias de primavera con Gallipatos"

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El primer fin de semana de marzo comenzó una toma de datos que duraría hasta el primer fin de semana de julio. Con motivo de mi trabajo de fin de máster, me proponía comprobar que los gallipatos son un elemento clave en la dinámica poblacional de las larvas de anfibio.


Para ello, comencé a trabajar en once puntos de agua de Alcublas, dos de Sinarcas y cuatro de Camporrobles. Sin la sequía extrema de este año, muy probablemente habrían sido más.

No voy a explayarme mucho en los datos y resultados que obtuve, pero sí en las cosas curiosas que observé durante esos meses.

Empezaré hablando de Alcublas. Todo aquel que siga de forma habitual este blog conocerá mínimamente Alcublas. Y quien no, ya está tardando. 


Las archiconocidas balsas de la Pedrosa y Silvestre, ambas Reservas de Fauna Silvestre, siempre son interesantes.

Iniciaré hablando de la primera. Este año hemos podido observar, en lo que a anfibios se refiere, una comunidad bastante variada.

La población más evidente es la de rana común (Pelophylax perezi), aunque no era difícil observar las puestas de gallipato (Pleurodeles waltl) y adultos saliendo a respirar. 


Otras especies que se observaron fueron sapo corredor (Epidalea calamita), sapillo moteado (Pelodytes punctatus) y sapo partero (Alytes obstetricans). Sin embargo, cabe mencionar que por la descripción que me dio un informante, como actuó el animal y enseñándole fotos, es posible que en la zona se haya visto un sapo de espuelas (Pelobates cultripes).


Esta Balsa es formidable. Recoge casi todas las especies de anfibio de la comunidad. También alberga una población grande de culebra viperina (Natrix natrix), y no es raro encontrar eslizones (Chalcides bedriagai) o lagartijas colilargas (Psammodromus algirus). 

Sin duda, la escena a destacar en esta balsa fue ver cómo una culebra arrastraba hasta la orilla un adulto de gallipato, con intenciones no muy amistosas, hasta mis pies. Por desgracia, un movimiento mío asustó a la serpiente y huyeron. 


Tanto la serpiente, como el gallipato, aún vivo. La comunidad de invertebrados es también increíble, desde larvas de odonatos hasta ditiscídeos o heterópteros. La sorpresa que me llevé fue encontrar un grillo topo (Gryllotalpa grillotalpa).


Y en cuanto a aves, lo más destacable que encontré fue arrendajos (Garrulus glandarius) y chotacabras gris (Caprimilgus europaeus) (este último solamente lo oí). No obstante, no todo son cosas buenas… el problema de la enea (Typha latifolia) persiste.

En la Balsa Silvestre, lo primero que me llama la atención es que ni los gallipatos ni las ranas se han reproducido este año. Además, el sustrato de la Balsa estaba negro, por la acumulación de materia orgánica en descomposición. Creo que no le vendrá totalmente mal quedarse seca este verano. 

Solamente se reprodujeron, muy tardíamente, los sapos corredores y los sapillos moteados. Sin embargo, bajo una piedra encontré un sapo común (Bufobufo) de tamaño considerable. En esta balsa lo que hay es bastante variedad de macrófitos, pero destacan los ranúnculos. Por desgracia, está empezando a ser colonizada por la enea. En anteriores entradas se ha escrito acerca del peligro para la fauna que suponen los efectos trampa. A pocos metros de esta balsa se encuentra uno. En dos visitas, se rescataron 10 gallipatos y 4 ranas. Es necesaria una actuación aquí.

Otras cosas a destacar observadas en Alcublas, o bien por su escasez o bien porque personalmente me gustan, fueron un enorme lagarto ocelado (Timon lepidus) cruzando la carretera de altura, una bandada de 9 buitres leonados (Gyps fulvus) cerca de la Solana, un aguilucho cenizo (Circus pygargus) en las Lomas, una perdiz roja (Alectoris rufa) con más de treinta pollos (aquí no diré dónde) y un par de corzos (Capreolus capreolus) (aquí tampoco diré dónde). A los Triops les sigue yendo bien.


Si has leído hasta aquí, probablemente no te importe seguir leyendo aburridos nombres científicos, porque aquí llega la zona cerealista de la comarca de Requena-Utiel.

Primero comenzaré por Sinarcas, con los que para mí eran el navajo pequeño y el navajo profundo. Más tarde, les puse el nombre de Lavajo del Jaral y Lavajo del Tío Bernardo, respectivamente. Como se secó, empezaré por el pequeño. Poca cosa. Mucho viento y mucho frío.

Pero a destacar un bicho enorme que pillé. Al ver lo que abultaba el salabre, pensé que era un gallipato obeso. Menuda alegría me llevé al comprobar que era un sapo de espuelas adulto. 


Por lo demás, solo destacaba la comunidad de invertebrados, con mucha diversidad de larvas de odonato.


Cabe mencionar que los aportes de este lavajo están muy mal. La enorme cantidad de agua que podría recibir este lavajo no le llega debido a que, para evitar que le llegue agua salada en invierno, por el uso de sal para evitar el hielo, el agua está canalizada e dirección contraria. Una solución un tanto ambigua, la verdad.

En el lavajo profundo hay mucho de lo que hablar. En primer lugar, alberga todas las especies de la comunidad salvo el sapillo pintojo (Discoglossus jeanneae).

Algo menos de la mitad de la orilla de la balsa está cubierta por cañizo, así que supone un refugio ideal para la fauna acuática. La comunidad de invertebrados es riquísima.

Especial atención me produjo un heteróptero de la familia de los escorpiones de agua, Ranatra linearis. Este insecto parece un bicho palo acuático con garras de mantis religiosa y un tubo en el final del abdomen para respirar. 

Aquí dos escenas merecen especial mención. Por un lado, dos culebras viperinas peleando por una larva enorme de sapo de espuelas. Por otro lado, un día se me ocurrió mirar el cielo, y maravillado quedé por lo que vi. Al mismo tiempo, en el cielo, tres buitres leonados, un alimoche (Neophron percnopterus), un águila culebrera (Circaetus gallicus) y un águila real (Aquila chrysaetos).


Para finalizar, hablaré un poco de Camporrobles. David Candel puede escribir mejor sobre esta zona que yo, pero contaré mi  experiencia.

En primer lugar, en este lugar es muchísimo más abundante que en Alcublas el lagarto ocelado. Llegué a ver uno bastante grande, atropellado. Otro, juvenil, lo encontré dos veces. Las dos veces huyó de mí metiéndose en el agua. No soy experto en reptiles, no sé si este comportamiento es normal. Pero me llamó mucho la atención.

Camporrobles es un lugar poco prospectado. Hablando con gente de la zona, al parecer, he encontrado especies que hacía mucho que no se encontraban, o que no se habían encontrado antes, véase el sapo de espuelas y el sapo partero. 


Solo muestreaba en sitios con gallipatos, y me llamó poderosamente la atención no encontrar ranas, puesto que son especies que en Alcublas suelen aparecer asociadas. 

Finalmente, terminaré de hablar de Camporrobles con dos observaciones, una buena y una mala. Tristemente, la carretera de Camporrobles a Utiel fue el escenario donde murió una gineta (Genetta genetta).

Por otro lado, en el cielo de esa carretera pueden observarse cosas impresionantes. Buitres, águilas, milanos negros (Milvus migrans) y reales (Milvus milvus) en migración e incluso un águila perdicera (Aquila fasciata).


Para terminar este insufrible sermón, puedo decir que sí, el gallipato es clave en las poblaciones de larvas de anfibio. Su conservación, como la de todos los seres vivos, es importante. 

Pero además, es un elemento que contribuye a estructurar comunidades interesantísimas, que valen la pena sentarse un rato en una piedra, a mirarlas, a pensar.

Ángel Galvez.


Imágenes: Ángel Galvez y Rafa Casaña.

La culebra bastarda rescatada

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La culebra bastarda es ofidio de mayor tamaño de nuestra península, llegando a alcanzar tallas de hasta 240 cm, su distribución es bastante amplia y ocupa gran parte de la Península, el Magreb y noreste de Italia y sureste de Francia. Cabe destacar que ha sido introducida en las islas de Ibiza, Formentera y Mallorca.

Su color es un tanto variable y va desde un característico verde oliva hasta matices grises o parduzcos siendo su vientre más claro, blancuzco o amarillento.

Los machos son territoriales y poseen lo que se llama comúnmente como “silla de montar”, una mancha negruzca en el lomo localizada en el primer tercio del animal.


Sus escamas supraoculares son muy prominentes y eso junto a sus grandes ojos y su hocico puntiagudo le proporciona un aspecto inconfundible.

Habita en gran variedad de entornos, es frecuente encontrarla en medios agrícolas e incluso entre los escombros, zonas de matorral y terrenos pedregosos.

Su alimentación se basa en pequeños mamíferos, aves, saurios e incluso otras serpientes, llegando a practicar el canibalismo.

Su reproducción empieza en primavera, entorno a los meses de Abril y Mayo, la puesta consta de hasta 18 huevos que deposita en el mes de Junio, a finales de Agosto salen a la luz las pequeñas bastardas, durante dicha etapa los machos combaten entre ellos.


Como la gran mayoría de los ofidios peninsulares es una especie estrictamente diurna y terrestre, manteniendo actividad desde Marzo hasta Noviembre.

Es una especie agresiva e imponente, suele erguirse al sentirse amenazada y su bufido es fuerte, como todos los animales, su mayor defensa es huir, no obstante, posee colmillos posteriores provistos de veneno, siendo una de las pocas culebras venenosas de la península, a pesar de ello, es totalmente inofensiva para el hombre y es difícil que llegue a hincar dichos colmillos en una persona.

Estos animales han sido muy perseguidos por el hombre, y a día de hoy siguen siendo mal vistas.


No mas lejos de la realidad son animales inofensivos para nosotros.

Dados sus hábitos y alimentación, ayuda a controlar plagas y es parte de la cadena trófica, siendo además presa de la Culebrera española.

A menudo caen en efectos trampa como albercas abandonadas y balsas, lugares de donde no pueden salir y donde por desgracia, se introducen de forma accidental, el ejemplar de las fotografías fue rescatado de un efecto del que no podía salir, para su suerte, la encontraría en el lugar, bendita su suerte.

Recordamos una vez más que su presencia es síntoma de equilibrio ecológico, una joya que nos brinda la naturaleza y debemos proteger, sobre todo eso.


David Candel 

LAS SALAMANQUESAS (Tarentola mauritanica) VIVEN Y MUEREN ENTRE NOSOTROS

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Puede extrañarnos que estos pequeños reptiles soporten tan estoicamente la presencia del ser humano.

Dos fotos marcan un poco el motivo de este artículo.

Una agradable como fue el descubrir en las columnas de acceso  Mercado Central de Valencia la existencia de una de ella, tan ricamente, pese al ajetreo que tiene este espacio. 


Otra menos agradable el observar en un charco una muerta, sin cola, boca arriba y ya un adulto, probablemente muerta no de una forma accidental.

Es muy raro el observarlas a plena luz del día, sus hábitos son nocturnos, debido a que son de sangre fría suelen salir a solearse, volviendo a la sombra para así conseguir regular su temperatura personal.


Su alimentación se basa en insectos, como las polillas, grillos, mosquitos y otros. Por la noche suelen aproximarse a puntos de luz para así conseguir su dieta alimenticia.

Su gran boca les facilita la ingesta de presas grandes.

En época de penuria alimentaria, pueden llegar a comerse a las más pequeñas.
Recuerdo con nostalgia la cantidad que poblaban los pueblos y ciudades, cosa que hoy no sucede. Los cambios de usos y costumbres, como el abandono de encalar las casas, han propiciado su decrecimiento.

Tiene un montón de historias que la desacreditan, como el que se come la ropa de los cajones, aunque lo que más las perjudican históricamente son las creencias religiosas que las demonizan.


Son muy beneficiosas por la gran cantidad de insectos que consumen en su alimentación. Solo por eso deberíamos de considerarlas como beneficiosas.

En el hemisferio norte, entre abril y junio, incuban dos huevos esféricos, que a los cuatro meses salen nuevas pequeñas salamanquesas.

No estoy de acuerdo en su cría en cautividad, se ha costado que viven alrededor de ocho años.


No sé si son hermosas o feas, pero si se que son muy beneficiosas para el hombre, por lo que deberíamos de variar la forma en que las miramos.

Agradecer a mis amigos Antonio Felix Hernandez y Joaquín Povo su gentileza por cederme su magnificas fotos.

Rafa Casaña

Imagenes:
Antonio Felix Hernandez
Joaquín Povo
Rafa Casaña
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